Básicamente, el chucrut es el repollo fermentado. En entradas anteriores hemos mencionado los beneficios del consumo de alimentos fermentados para nuestra salud, en especial para la flora intestinal; el chucrut no es la excepción y su preparación es tan sencilla que no queremos dejar pasar la oportunidad de enseñarte cómo prepararlo y con qué acompañarlo para que además de disfrutar una comida rica, tengas una comida saludable.
¿Cómo preparar el chucrut?
Lo primero que necesitamos es repollo o col. Después de lavar la planta, separamos sus hojas largas y las cortamos en tiras finitas. El repollo cortado lo iremos colocando de a pocos en un envase transparente, preferiblemente de vidrio, intercalando con sal (aproximadamente una cucharada grande de sal por repollo). Una vez lleno el envase con la col y la sal, con ayuda de un mortero vamos apretando el repollo para que éste extraiga sus jugos naturales que servirán para la fermentación. Si la col no tiene suficiente jugo, entonces se prepara una salmuera (agua con sal: 3 cucharadas de sal por litro de agua) que se agrega al envase con el repollo hasta que lo cubra. Luego, solo tienes que cerrarlo y colocarlo en un lugar en el que no le de el sol por unas 4 a 8 semanas y ¡listo!
¿Por qué el chucrut es tan beneficioso para nuestra salud?
El repollo, de por sí, es una hortaliza que tienen un gran valor nutricional (al igual que sus hermanas la coliflor y el brócoli); el proceso de fermentación hace que los beneficios nutricionales se multipliquen, por ello el chucrut es sumamente saludable. Entre sus principales beneficios, se encuentran: la mejora en la flora intestinal, gracias al efecto probiótico de la fermentación de la col; evita la anemia (dado que el chucrut es rico en vitamina C); retrasa el envejecimiento, cuida nuestro cabello y uñas, mejora nuestro proceso de aprendizaje y memoria (gracias a las vitaminas B1 y B2 que tiene el chucrut); previene las cataratas y el glaucoma (debido a que el chucrut es rico en vitamina A); mejora la digestión y la absorción de nutrientes; aporta minerales como calcio, hierro, fósforo y magnesio; aumenta el proceso depurativo del organismo y mejora las dolencias como la gota o la artritis; aporta enzimas a nuestro organismo; mejora los desórdenes digestivos, el intestino inflamado o la diarrea y el estreñimiento; favorece el funcionamiento del hígado y el páncreas y mejora el sistema inmunológico
Solo se necesita repollo y sal para preparar este delicioso y saludable alimento, ¡¿estás listo para probarlo?!